El pez Gymnocorymbus ternetzi, mejor conocido como pez monja, es un espécimen proveniente de la familia Characidae (Carácidos). Este animal es muy buscado por los interesados en acuarios, ya que tiene una atractiva coloración, se adaptan bien a diferentes ambientes y no exigen un pH muy específico.
Otro punto a su favor es su comportamiento dentro del acuario. Es un pez muy apto para vivir en un acuario comunitario de tipo amazónico, donde idealmente hay que introducir un cardumen, que se moverá con rapidez y agilidad, generando un gran atractivo visual.
Este tipo de pez monjita tiene una forma muy particular, posee un cuerpo de forma elevada que se engrosa a la mitad, pero al mismo tiempo, se comprime en los laterales. Sus ojos son muy grandes (considerando el tamaño de su cuerpo), la boca está posicionada hacia abajo y es pequeña.
Por otro lado, tiene lo que se llama una aleta caudal corta y bilobulada, y la aleta anal, llamada así por estar en la parte posterior del pez, es larga y muy grande, totalmente diferente al resto del cuerpo.
Esta aleta es de tipo adiposa, sin embargo, a través de diferentes cruces y selección de especímenes, han ido evolucionando a variedades con otros tipos de aletas que son aún más largas y de color más oscuro.
En el caso de la apariencia física externa también se podría decir que, a diferencia de otros de su clase, el Gymnocorymbus ternetzi posee un color especial, ya que no es unicolor, sino que se difumina en varias tonalidades.
Como fondo tiene un color gris que se mantiene hasta la mitad, se puede apreciar dos franjas de color negro que verticales, una justo detrás de los ojos y poseen otra franja aún más ancha en el centro del cuerpo, que a veces también se presenta en la aleta dorsal.
Debido a su gran popularidad en el mercado, el color del pez monja fantasía ha sido alterado gracias a selección genética artificial que se hace en muchos laboratorios.
Hay grupos de pez monja azul, dorados, albinos y semi-albinos. El problema con esta clase de animales es que la modificación genética puede alterar su esperanza de vida, ya que pueden provocarles diferentes tipos de enfermedades. Por lo que no tiene caso comprarlos así, bien sea porque no los podrás disfrutar mucho tiempo y porque no hay que apoyar este tipo de prácticas, siempre es mejor recurrir a lo que proviene de la naturaleza.
El dimorfismo sexual en el pez monja macho y el pez monja hembra, se aprecia en que la aleta del macho se muestra más ancha en la parte de abajo, muy distinta a la de la hembra, que es más puntiaguda.
Además de esto, el sexo femenino también puede ser de un tamaño mayor y grueso, si se lo compara con el macho. De esta manera es que se los puede diferenciar muy fácilmente.
¿Te interesa saber dónde puedes conseguir a un pez monja fantasía? Seguramente no lo sabías, pero si vives en el continente suramericano (como Paraguay y Argentina) estás muy cerca de ellas.
Este animal existe en zonas que poseen una vegetación realmente abundante y selvática, por lo que es normal verlos en lugares como cuencas, ríos y lados.
Lo más importante para ellos es que sea un lugar oscuro, donde la iluminación no penetre tanto y se puedan ocultar de manera eficiente, por eso su color juega un papel tan indispensable para su supervivencia.
¿Deseas tener un pez monja dentro de tu casa? Para hacer esto debes estar informado, ya que estos animales necesitan de un buen acuario con capacidad de hasta para 80 litros, donde se puedan sentir cómodos, como en su hábitat natural.
Lo que debes considerar al momento de comprar el acuario es lo siguiente: no pongas muchas plantas acuáticas, escoge colores oscuros para el sustrato y, si quieres que se adapten más rápido a la ambientación, adquiere un filtro de acuario con potencia moderada para que asemeje a una corriente de agua. Además de todo esto, debes asegurarte también que la iluminación del acuario no sea muy intensa.
Entre otros aspectos técnicos que debes recordar para crear el acuario perfecto para los peces monja, la calidad del agua se tiene que mover dentro de los siguientes parámetros:
Este es un tema muy importante e interesante, ya que este tipo de pez puede no comer lo mismo en libertad, que en su vida dentro del acuario.
No obstante, se adapta con facilidad a todo tipo de opciones de alimentación.
Gracias a su condición omnívora, come desde gusanos, crustáceos o insectos vivos y al mismo tiempo, puedes alimentarlo en tu casa con alimentos para peces que sea congelada, de gránulos o liofilizada. Ya ves que es muy cómodo mantenerlos con vida.
Muchas personas consideran a las monjitas como afables y bonitas, y es que este pez es realmente rápido y despierto. Sin embargo, hay que crear un ambiente donde no se sienta amenazado ya que, de lo contrario, puede comportarse de manera nerviosa, pero eso se logra con un nivel de oscuridad tenue y un filtro de acuario que pueda crear corrientes.
Cuando un pez monjita no se siente bien en un acuario lo demuestra quedándose quieto, mezclándose con el ambiente y ocultarse en la vegetación.
Si quieres darle compañía, también lo puedes hacer creando un cardumen de entre 8 o 10 especímenes de su clase. Les gusta estar en grupo, juegan a perseguirse y no se hacen daño, por lo que no tendrás que preocuparte por nada.
Con la edad suelen mostrarse más tranquilos y menos activos que en su estadio más juvenil.
Habitualmente no son agresivos, excepto con los peces de aleta larga…a los que suele perseguir por el acuario. No conviene mezclar con Guppys o Escalares, lo mejor es mezclarlos con otros peces Tetra.
En relación con la reproducción y el embarazo del pez monja, podemos decir que suelen reproducirse con mucha regularidad.
Tienen puestas grandes. El cortejo del macho comienza persiguiendo a las hembras incansablemente, hasta que en un determinado momento le da ” un pequeño topetazo” y en ese momento la hembra expulsa cierta cantidad de huevos que a la vez son fecundados por el macho. Pueden poner entre 300 y 400 huevos, con las primeras horas del día.
Es por esta razón que los acuarios de cría deben ser de unos 50 litros. Los huevos pueden tardar entre 18 a 26 horas en eclosionar y que, una vez que nacen, debes alimentar los alevines por primera vez con infusorios y, cuando el tiempo haya pasado, puedes intentar con nauplios de artemia.
Siempre es importante hacerles seguimiento y ver cómo se desarrollan.